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Las piezas de plata suelen ponerse feas y perder brillo con el paso del tiempo. Algunas se ennegrecen, unas amarillean y las que tienen algún porcentaje de cobre pueden incluso adquirir un tono verdoso. Sin embargo, la mayoría tienen fácil solución con productos que se encuentra en cualquier hogar.

El cambio de color de la plata o envejecimiento se debe a su uso y manipulación afectando aspectos como el pH de la piel, el sudor, las cremas hidratantes y solares, los jabones, el cloro de las piscinas, el agua del mar o los cosméticos como perfumes o lacas.

Antes de ponerse manos a la obra con la limpieza de los objetos de plata es aconsejable poner guantes para no dejar huellas ni dañar las manos, tener agua cerca y estar en un lugar ventilado. Lo primero será limpiar con agua y jabón cada pieza y secar bien. A continuación, puedes elegir alguna de las siguientes alternativas para un buen resultado.

Bicarbonato

Es uno de los elementos más utilizados. Basta con echar dos cucharadas en un recipiente pequeño y añadir unas gotas de agua removiendo hasta crear una pasta uniforme con la que se frotará la joya o pieza. Se puede utilizar un cepillo de dientes viejo de cerdas suaves para las zonas más difíciles. También es importante retirar bien los restos de bicarbonato y acabar frotando con un paño seco.

Bicarbonato y papel de aluminio

Este método no vale para joyas delicadas ya que es algo más agresivo. En un bol forrado con papel de aluminio se colocarán las joyas para cubrir con agua hirviendo. Posteriormente se echarán unas virutas de papel de aluminio y se dejarán unos 3 o 4 minutos. Con una cuchara se retirará cada joya para enjuagar y secar bien. Si las manchas persisten se puede repetir la operación e incluso añadir un poco de sal.

Bicarbonato y vinagre

Se coloca la plata en un recipiente para cubrir con bicarbonato y se remueve con un objeto no metálico para llegar a todas las partes echando vinagre poco a poco. Al instante se producirá una reacción química que hay que remover hasta que deje de burbujear. Como en los anteriores casos se aclararán bien las piezas sacando brillo con un trapo seco.

Vinagre

Si la plata no está muy sucia se puede utilizar solo vinagre dejando reposar unos minutos, removiendo, aclarando y frotando con un paño seco.

Pasta de dientes

Otra forma de limpiar joyas o piezas con poca suciedad. Es preferible que sea de color blanco y si es blanqueadora mejor porque pulirá y aumentará el brillo. Se impregna cada pieza con la pasta y se frota durante unos cinco minutos con un cepillo de dientes suave. Para ver los resultados como siempre se aclara y seca.

Zumo de limón

También es eficaz para limpiar la plata porque es antioxidante y alcalino. Se meterán las joyas en un cazo con agua que las tape completamente para calentar a fuego medio. Mientras el agua comienza a hervir se cortan dos limones y se escurre el jugo en un vaso. Cuando hierva el agua se añade el zumo de limón mientras se remueve con un objeto no metálico. Después se apagará el fuego y se dejará reposar unos 10 minutos. Por último, se aclarará y secará bien cada objeto.

Amoníaco

Es el procedimiento más agresivo y con el que mayor cuidado hay que tener ya que expulsa gases. En una habitación bien ventilada se cogerá un trapo de algodón para mojar en una esquina con amoníaco y frotar la pieza que se desea limpiar. Se irá cambiando la zona del trapo según se vaya ensuciando y al finalizar se lavarán bien las piezas con agua y jabón para eliminar restos y el olor del producto. El último paso es secar bien con un trapo seco.

Para que la tarea de limpiar o restaurar la plata sea más sencilla es fundamental hacerlo cuando está empezando a ennegrecer, es decir, no esperar demasiado tiempo.

Fuente: LA RAZÓN

En OTRONO encontrarás diferentes productos de plata de primera ley.

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