Preparar un buen café necesita de una serie de consejos para evitar caer en errores que arruinarían su sabor. Aunque una buena cafetera es primordial, no lo es todo. Toma nota de lo siguiente:
Comprar café natural
Las variedades más consumidas en todo el mundo son la arábica y robusta. La primera tiene menos cafeína y es más suave, mientras que la segunda suele ser más fuerte y amarga. También es posible encontrar mezcla de ambas en diferentes proporciones.
Elegir café en grano
Para molerlo en casa y que no pierda propiedades cuanto más procesado está. Si el café está molido antes de tiempo habrá perdido aroma y cuerpo. Por lo tanto, lo ideal es moler los granos al momento.
Buscar el más fresco
Debes saber que cuanto menos tiempo haya transcurrido desde que se cosecha, seca, transporta y tuesta el café, mucho mejor. Su conservación es muy importante por lo que es conveniente comprar café que no haya estado expuesto al aire o a la luz.
Ajustar el grado de molido
Un barista profesional sabe que los granos de café se muelen diferente según el método de preparación. Como norma básica es suficiente tener claro que cuanto más tiempo pasa el café en contacto con el agua más grueso debe ser el grano. Eso sí, el gusto personal también influye.
Optar por agua mineral
Una mala elección del otro ingrediente fundamental, el agua, puede estropear un buen café. Y nunca debe usarse agua caliente para acelerar el proceso. En la medida de lo posible será un agua mineral que no presente olores raros, transparente y de mineralización débil.
La cantidad de agua-café depende del tipo de cafetera y de las preferencias particulares. No obstante, si echamos mayor proporción de agua saldrá más “claro” y menos “fuerte”.
Servir el café al momento
Siempre recién hecho y sin dejar que enfríe para no tener que recalentar.
Limpiar la cafetera
Si se acumulan posos de café o suciedad en los depósitos el resultado será un mal café. Toda máquina u otro utensilio debe limpiarse correctamente después de cada uso.
A la hora de conservar el café en casa es recomendable emplear un recipiente limpio, opaco, hermético y sin aromas extraños. Colócalo en un armario o en la despensa para que esté alejado de la luz solar. Comprar café de más o en grandes cantidades es un error si buscamos la máxima calidad y frescura.
Fuente: Directo al paladar
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