El aumento de la adquisición de imitaciones de joyas de manera involuntaria es una preocupación creciente. Según un informe de ANDEMA (Asociación Nacional para la Defensa de la Marca), el porcentaje de compras involuntarias de imitaciones ha aumentado del 6% en 2006 al 16% en 2010.
Marcas como Tiffany son frecuentemente falsificadas. Las copias se vuelven más convincentes, a menudo a precios atractivos. Y aunque a primera vista la oferta es muy tentadora, la clave está en que ni Tiffany, ni ninguna marca de lujo proporciona descuentos a minoristas.
Algunos de los consejos para identificar joyas falsas incluyen:
- Tener vendedores en los que se puede confiar, con experiencia en el mercado.
- Para hacer una valoración precisa necesitaremos una lupa de 10 aumentos, solo así podremos apreciar las inclusiones (imperfecciones) y determinar el grado de pureza de una piedra preciosa. Hay que tener en cuenta que el 99% de las piedras están tratadas y casi no existe un grado de pureza absoluto.
- La principal diferencia entre un diamante y una circonita es que el diamante nunca es transparente. El diamante devuelve aproximadamente el 70% de la luz que recibe debido a las imperfecciones o carbonos que dificultan su salida, esto hace que tenga un brillo diferente.
- A un diamante siempre le debe acompañar el certificado de un laboratorio gemológico independiente y objetivo.
- Es muy improbable que una esmeralda esté limpia como el cristal de una botella debido a esas imperfecciones.
- En cuanto al peso, un quilate equivale a 200 miligramos.
- El oro y la plata deben de llevar dos maracas, una del fabricante y otra del laboratorio de contraste. El oro está marcado con un número, el 750, que significa que presenta 750 partes de oro puro y el resto es aleación (18 quilates u oro de ley), es decir lo que le proporciona dureza y color.
- Las perlas auténticas están formadas por varias de nácar, luego presentan una serie rugosidades. A diferencia de las perlas falsas, las buenas reflejan la luz desde el interior, y además, al tratarse de una joya orgánica, igual que el coral, cuando la tocamos coge la temperatura de nuestro cuerpo.
Fuente:smoda.elpais.com