El champán está considerado como el primer vino espumoso del mundo que tiene su origen en el año 300 d.C. en la época de los romanos. Su nombre viene de la región de Champaña (en francés Champagne), en el noroeste de Francia. A pesar de que existe una denominación de origen controlada para el champán francés, se utiliza este término para denominar a los vinos espumosos como el cava que se elaboran por todo el mundo.

Claves

A la hora de beber champán debes tener en cuenta lo siguiente:

  • La temperatura ideal está entre los 8 y 10 grados. Si está demasiado frío se reduce la efervescencia alterándose los aromas y pudiendo adormecer las papilas gustativas. Y si por el contrario la temperatura es demasiado elevada se creará un exceso de espuma que dificultará el descorche y camuflará los aromas.
  • La copa perfecta es la de vino blanco o en forma de tulipán. Los sabores se concentrarán y se tiene suficiente espacio para completar la efervescencia de esta bebida.
  • Es importante servir la copa medio llena y en dos fases. Un truco es verter primero una cantidad inicial de champán inclinando lentamente la copa y después hacer una pausa para que la espuma se asiente. Finalmente se llenará dos tercios de la copa. De esta forma el champán se mantiene frío para rellenar con más frecuencia.
  • Para descorchar correctamente la botella y de manera silenciosa hay que voltear ligeramente la botella boca abajo, sostenerla siempre por el cuerpo y no por el cuello. A continuación, se afloja el alambre y se libera el corcho para oír el característico ‘pop’.
  • No es recomendable guardar el champán en la nevera durante semanas porque cogería mucha humedad y el corcho se secaría provocando la oxidación de la bebida y el cambio en sus aromas. En el congelador nunca se colocará. Lo ideal es conservar el champán en un lugar fresco y con poca luz.
Maridaje perfecto

A pesar de que se asocia el champán con celebraciones o momentos especiales, se trata de una bebida que marida con casi todo porque:

  • Su acidez natural refresca el paladar y limpia la boca.
  • Combina prácticamente con cualquier plato debido a su complejidad, ya sea carne o pescado.
  • Es un vino nada invasivo que no se superpone a otros por su textura sedosa en boca y no cargada de taninos.

Cualquier excusa es buena para disfrutar de un buen champán siguiendo los consejos anteriores para sacarle el máximo partido. Y que no falte tampoco el brindis.

Fuente: elEconomista.es