En intercambio de los anillos el día de la boda es una tradición antiquísima que se remonta a cinco mil años.
Los antiguos egipcios se iniciaron en el arte de la joyería en la Edad del Bronce y la razón era construir amuletos a los que otorgar un significado religioso y mágico. Para ellos, el círculo era una figura perfecta, sin principio ni final y por eso simboliza la unión y el amor que nunca termina.
Los romanos utilizaban anillos con sello, de manera que el esposo se lo daba a su mujer en prenda y señal de los esponsales que contraían, significándole al mismo tiempo con esta entrega que le encargaba la custodia del menaje del hogar. Fueron los Romanos, quienes nos hablaron por primera vez de la vena amoris, nombre en latín de la llamada “vena del amor”, una válvula que unía el dedo anular con el corazón, razón por la cual las alianzas se colocaban en este dedo.
Durante el renacimiento se puso de moda escribir versos de poemas en los anillos de boda. Al principio las inscripciones se hacían en el exterior del anillo, pero con el paso del tiempo se fueron haciendo más personales, lo que hizo que los joyeros tuvieron que mejorar sus técnicas de grabado para poder escribirlas en el interior y mantenerlas en privado.
En la actualidad se vuelve a los diseños que se salen un poco de la norma establecida por la tradición con nuevos perfiles, materiales, acabados e incluso con alguna frase grabada en la alianza para hacerla única.
Fuente:espacio-novias.argyor.com