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La gran mayoría no conoce cómo se denomina a cada tipo de zapato. Es habitual reducir los términos al calzado más utilizado como puede ser un botín, un mocasín o unas bailarinas. Pero con el auge de la moda de los zapatos artesanos de lujo no sobra distinguir los principales modelos que nos podemos encontrar.

Para hombre
  • Derby: zapato de piel y suela de cuero con cierre de cordón. Normalmente es de color negro, fino y con la punta más bien afilada. No tiene ninguna costura en el exterior.
  • Oxford: es una modalidad del Derby en la que sí se aprecian las costuras en el exterior. Son menos formales y la punta no tiene que ser afilada, sino más bien roma. Los distintos tonos de marrón es el color más empleado.
  • Monk: un híbrido de los Oxford y los Derby que se caracteriza por llevar hebillas como cierre.
  • Mocasín: clásico zapato de piel de encaje sin cierre de cordones con costuras evidentes en el exterior, empeine plano y la horma ancha. Se puede decir que es un zapato cómodo, pero no informal. Los modelos de verano suelen ser de ante y con suela de goma.
  • Loafer: un tipo de mocasín con un empeine menos plano que se cierra en una costura más ornamentada. Son más formales y elegantes que los mocasines pudiendo llevar borlas o hebillas.
  • Chelsea: botín de caña media en ante y con cierre de elástico para encajar el pie. Su punta es afilada pero amplia con una estructura baja similar a la de una bota campera.
  • Desert: zapato de ante o piel con cierre de cordones y caña baja. Menos elegante es para ir cómodo o usar como zapato de trabajo.
  • Dockside: los típicos naúticos.
  • Sneakers: denominación para el calzado deportivo pensado también para vestir.
  • Slip-on: calzado de verano cerrado que va con tiras elásticas en los laterales para poder deslizar y entrar el pie. Para que no den demasiado calor ni se acumule el sudor suelen ser de rejilla o tela transpirable.

Para mujer

  • Bota Cuissard: clásica bota de ante o piel de caña larga (por lo menos media pierna) y con tacón variable.
  • Bota Wellington: bota de agua o katiuska.
  • Bailarinas: zapato sencillo y cerrado con punta redonda.
  • Manoletinas: bailarinas más sencillas que suelen tener un poco más de suela.
  • Francesitas: parecidas a las anteriores, pero con un lazo en la parte anterior de la apertura.
  • Merceditas: tienen un cierre por cinta y hebilla al inicio del peine. Actualmente están en desuso.
  • Slippers: más rígidas y estilizadas terminando en punta. Tienen algo más de tacón.
  • Loafers: un híbrido de los Slippers con los mocasines que se diferencian por su pronunciada lengüeta que es poco usual en el calzado femenino.
  • Kitten heel: zapato discreto de tacón fino medio o bajo con cierre trasero de hebilla y sin cobertura de talón.
  • Stiletto: de tacón medio, pero de base ancha y cobertura de todo el pie. Suele ser de piel.
  • High heels: igual que los Stiletto pero de tacón ancho.
  • Pumps: como los Stiletto pero de tacón más alto y algo de plataforma en la suela delantera de apoyo.
  • Peep-toes: zapatos de tacón y plataforma a lo largo de toda la suela que se usaron mucho en los setenta del siglo pasado.
  • Scarpines: el zapato de talón más estilizado y fino con tacón alto en aguja y suela muy poco perceptible. A pesar de ser el modelo más elegante para lucir vestidos de noche o trajes de chaqueta, no es el más recomendable para llevar todo el día.

Fuente: elDiario.es

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