El reloj de pulsera es el que se lleva en la muñeca sujeto con una correa de piel, metal o de diversos materiales plásticos.
En un principio, los relojes de pulsera eran poco populares para los varones, que preferían el reloj de bolsillo y desdeñaban los de pulsera porque los creían similares a una joya femenina.
Los primeros relojes de pulsera se fabricaron a finales del siglo XIX y su nacimiento tuvo mucho que ver con los pilotos de aviación que en sus orígenes tomaban un reloj de bolsillo y mediante una correa se lo ataban a la pierna o en el brazo siempre encima del traje de aviación.
En aquella época en el que los aviones carecían de cualquier tipo de instrumentación, los cálculos que realizaban los pilotos con los relojes eran muy importantes ya que gracias a él podían calcular rumbos, distancias y horas de combustible que les quedaba para poder continuar en el aire.
Con el tiempo se fue popularizando esta nueva forma de llevar los relojes, que con los años han ido modificando su tamaño y diseño, permitiendo llegar a nuestros días con la forma en la que conocemos al reloj de pulsera.
Todavía son muchos los pilotos que siguen utilizando sus relojes como instrumento de navegación y de manera complementaria a los modernos instrumentos que tiene los aviones en la actualidad.
Los relojes de pulsera son de dos tipos que se diferencian por su calibre o movimiento, que mide el paso del tiempo y lo muestra. Pueden ser mecánicos o eléctricos (o una mezcla de ambos).
- Movimiento mecánico: son los que su fuente de energía es un resorte. Por su naturaleza suelen atrasarse o adelantarse varios segundos por día.
- Movimiento eléctrico: tienen pocas o ninguna pieza móvil y generalmente obtienen su energía de una pila de botón. A menudo muestran la hora de forma análoga, es decir con las clásicas manecillas que giran.
Fuente: es.wikipedia.org