Una pluma estilográfica es un instrumento muy valorado para aquellas personas que aman la escritura. Contiene un depósito de tinta líquida compuesta principalmente de agua que requiere de ciertos cuidados para evitar su deterioro. Escribir con pluma requiere de mucha práctica para aprender a sujetarla adecuadamente y sin demasiada presión. Se dice que el correcto ángulo de sujeción es de 45º para que la tinta fluya mejor.
Consejos
Los expertos de plumas estilográficas diferencian entre períodos breves sin uso (días o semanas) y períodos largos sin usos (meses o años). Para el primer caso (períodos breves) recomiendan guardar la pluma cargada en posición vertical con el plumín hacia arriba. Si se deja en posición horizontal la tinta estaría en contacto continuo con el alimentador pudiendo saturarse y generar daños en el capuchón.
Cuando el período de inactividad es más largo es preciso mantener la pluma descargada y seca. Así se evitan problemas de sequedad en la tinta o desperfectos adicionales. Como los capuchones suelen ser herméticos para mantener la fluidez de tinta en el uso diario, pueden ser perjudiciales para los periodos largos sin uso. Es recomendable dejar la pluma destapada con el plumín hacia arriba durante al menos dos semanas. Después de que esté seca y vacía se guardará en posición horizontal protegida dentro de una caja.
Limpieza periódica
Lo ideal es limpiar la pluma cada 2-3 meses o cuando se cambia la tinta. Un material común en las plumas estilográficas es la plata que se oxida con mucha facilidad. Para eliminar la oxidación que puede aparecer en la pluma basta con utilizar un limpiador de plata.
Al ser una pieza delicada una pluma debe guardarse en un estuche que previene daños y caídas.
Fuente: www.iguanasell.es
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